Ceremonias

BAUTISMO EN AGUA – Cómo celebrar la ceremonia del bautismo

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BAUTISMO EN AGUA

El cristianismo neotestamentario no es una religión de ritos sino una relación íntima entre el ser humano y Dios, es decir, el contacto directo que mantiene el Creador con su creación por medio del Espíritu Santo. Por tanto, no establece un sistema rígido de culto, sino que le da un marco amplio a la iglesia dentro del cual rendirle culto.

Hay, sin embargo, dos ceremonias que son esenciales, ya que fue­ron divinamente ordenadas: el bautismo y la santa cena. En virtud de su carácter sagrado, se les describe a veces como sacramentos, es decir, cosas sagradas. También se les llama ordenanzas, porque fueron ceremonias ordenadas por el Señor Jesucristo.

La palabra “bautizar” empleada en la fórmula del bautismo signifi­ca literalmente “sumergir”. Esta interpretación está confirmada por es­tudiosos en el idioma griego e historiadores eclesiásticos. El bautismo por inmersión concuerda con el significado simbólico del bautismo, es decir, muerte, sepultura y resurrección (Romanos 6:1-14).

Para todos los candidatos al bautismo en agua, debe impartirse un curso de instrucción bíblica, usando el Reglamento de la Iglesia Local y otros materiales publicados con este objeto.

El bautismo debe ser ministrado, haciéndose la mayor publicidad posible, ya sea que se celebre el acto en el bautisterio del templo o en otro lugar al aire libre.

Revístase este acto de toda la solemnidad y reverencia posible, procurando que haya personas preparadas para ayudar a este fin, espe­cialmente diáconos y diaconisas.

Si entre los candidatos hay personas con problemas conyugales, consúltese el Reglamento de la Iglesia Local.

Al principio del servicio bautismal conviene leer algunos pasajes como: Isaías 53:6, Hechos 16:31 entre otros, dando el pastor una bre­ve explicación del significado de este acto. También se recomiendan Mateo 28:18-20; Marcos 16:16; Juan 3:5, 6; Hechos 4:12.

El oficiante dirigiéndose a las personas que van a bautizarse les dirá:

Muy amados hermanos, que vienen ante mí para recibir el santo bau­tismo para así dar testimonio público de nuestra fe, por cuanto Jesucristo en su infinita gracia les ha concedido la bendición de andar en nueva vida. Justo es que ustedes también por su parte declaren en presencia de estos hermanos (o congregación) cuál es la base de su fe.

En seguida el oficiante permitirá que cada uno de los candidatos dé testimonio de su arrepentimiento y fe en el Señor Jesucristo.

Una vez terminada esta confesión pública de fe, el oficiante hará una oración por todos.

El oficiante bajará a las aguas, colocará la mano derecha sobre la cabeza del hermano y elevará una oración breve antes de sumergirlo. Es costumbre cantar una estrofa o un coro antes y después de cada inmersión.

Al proceder a sumergir a cada uno de los candidatos, podrá repetir a cada uno alguna de las siguientes cuatro fórmulas:

Hermano(a)_____(nombre del candidato), bajo tu propia confesión de arrepentimiento ante Dios y fe en nuestro SeñorJesucristo, y accediendo a tu solicitud, te bautizo, en cumplimien­to del ministerio que el Señor me ha encomendado, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

Por su confesión de fe en Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios y su Salvador, yo lo(a) bautizo________ (nombre del candidato) en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Hermano (a)_________(nombre del candi­dato), por cuanto usted ha creído en el Señor Jesucristo, y lo ha aceptado como salvador personal, yo lo(a) bautizo en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

En obediencia a la gran comisión, y según su profesión defe en el Se­ ñor Jesucristo, bautizo a _________ (nombre del candi­dato) en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Es importante no olvidar que antes de pronunciar la fórmula, el ministro deberá pronunciar el nombre completo de cada candidato.

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