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La persecución en el libro de los Hechos

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Por Mahima Kumar

Misionera a India

“¡India es un país hinduista! ¡Todos los cristianos se tienen que ir de aquí! ¡Si no salen nosotros seremos quién los saquen! ¡Sabemos quienes son y dónde están! ¡Váyanse de aquí! ¡Jai Hind!”

Esas fueron las palabras que escuchamos mi compañera y yo la tarde del 7 de febrero de 2017.  Regresábamos de unas compras en el mercado de la Vieja Delhi. Ya teníamos las maletas listas pues esa noche saldríamos al aeropuerto para volver a casa, y entonces recibimos una llamada de un número desconocido.

No había forma de que alguien fuera de los cristianos con quienes estuvimos tuviera ese número, menos la policía o gente del gobierno, pues no estaba registrado a nuestro nombre.  Fue un momento tenso.  Ya habíamos notado que alguien nos seguía o se acercaba a escuchar nuestras conversaciones, incluso, tuvimos la precaución de hablar español. Al terminar la grabación, le dimos gracias a Dios por su protección, su bendición y respaldo durante este corto tiempo de trabajo y salimos al aeropuerto.

En el libro de los Hechos se puede ver con mayor precisión la persecución de la iglesia y a los discípulos, de manera que es notorio el mensaje eterno de la palabra; pues el mismo Dios de los mártires, de los que fueron perseguidos, de los que fueron rechazados, es el mismo Dios que esta con su iglesia.

En los evangelios se narra cómo Jesús había encontrado por causa de su mensaje hostilidad, celos y odio por parte del pueblo, los jefes judíos y también por las autoridades sacerdotales, históricamente en esa lucha es que fue condenado a muerte. Incluso, Jesús ya les había anunciado a los discípulos que ellos pasarían por la misma situación incluso los preparó para enfrentarla: “Pero ante todas estas cosas os echaran mano y perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre…” Lucas 21:12. En Juan menciona palabras que claramente son asociadas con la persecución: “Os expulsaran de las sinagogas; pero viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un servicio a Dios”. Y junto a esta advertencia esta ligada una promesa de la compañía y asistencia del Paracleto.

Dicha persecución no tardó en iniciar, pues no había pasado tanto tiempo del proceso en contra de Jesús cuando la promesa del derramamiento del Espíritu Santo sobre sus vidas se cumplió y empezaron a predicar, después del primer milagro a través de Pedro y la conversión de miles de personas fueron llevados en presencia de los mismos lideres religiosos que habían condenado a Jesús, ¿Qué motivo tenían para ir en contra de Pedro y Juan? Podríamos decir que por la misma razón que tuvieron contra Jesús, la atención del pueblo judío, los celos, la curación de un cojo de nacimiento, pero más que nada porque estaban predicando en nombre de Jesucristo y de su resurrección de entre los muertos, lo cual, debemos recordar que los saduceos, en oposición a la fe que tenían los judíos negaban la resurrección del cuerpo.

Pedro y Juan pasan una noche en la cárcel, y en medio de todo, lo que resalta Lucas es que la iglesia estaba creciendo a pesar de la oposición lo que nos muestra el elemento clave: a pesar de la resistencia, se cumple el mandato y la promesa del Señor resucitado.

La respuesta de los apóstoles fue con audacia, seguridad y a la ves algo de temor pues ellos sabían cual podría ser la consecuencia, ellos rechazan con firmeza la prohibición de hablar del evangelio pues sabían muy bien la orden de Cristo de decir lo que vieron oyeron, ser testigos.

La iglesia también respondía a través de la oración, ya que al salir de prisión Pedro y Juan se reunieron con los suyos, en las palabras pronunciadas en la oración, destacan la alusión al salmo 2 que ya se había cumplido con Jesús en el proceso de su juicio y muerte, y en esa seguridad que sienten que Dios esta en control y que no permitirá que los lideres frustren su plan y propósito.

También, destacan dos cosas importantes para este tiempo de persecución que iniciaba: Denuedo para predicar y Señales en el nombre de Jesús. La palabra Denuedo viene de la palabra griega “parresia” denota libertad de habla, pronunciamientos sin reservas. Aparece tres veces en el capitulo cuatro de Hechos y el concepto es prominente, ya que a pesar de las amenazas que recibían de ser encarcelados, de tener una muerte como la de su maestro, y del temor que les habrían ocasionado, estaban dispuestos a continuar y reconocían que no podían solos, así que no piden protección de la persecución, si no que piden denuedo, valor para predicar porque sabían que cuando se activa la valentía en un creyente los resultados son impresionantes y podían hablar con elocuencia, sabiduría y efectividad en un lugar hostil.

Además en una actitud de sometimiento total a Jesucristo, le piden que extienda su mano en milagros, señales como las que había hecho cuando estaba en la tierra. Las señales era lo que confirmaba que Jesús era el Mesías, y al usar la vida de los discípulos que predicaban en su nombre y hacer las mismas señales a través de ellos continuaba reafirmando que es el mismo Jesús y no ellos quienes obraban con Poder.

Este mismo denuedo y mover del Espíritu Santo, llevó a Esteban, el primer mártir a predicar, con poder para hacer señales y prodigios, lo que al igual que con los discípulos tuvo resistencia y hostilidad, pero mientras su proceso de juicio, ese denuedo y poder que el tenia, lo guió a dar un discurso con tanta elocuencia, llena de historia, de poder, incluso de una fuerte confrontación y declaración de Jesús como Dios, sentado a la diestra del Padre. La oración de Esteban es muy similar a la que hizo Jesús en la cruz: “En tus manos encomiendo mi espíritu,” “no les tomes en cuenta este pecado.” En esta misma escena mientras este diácono muere por Cristo, aparece Saulo, quien se convertiría en su sucesor, y que en su vida como misionero sufriría mas de lo que sufrió Esteban. Agustín hace un duro comentario sobre la muerte de Esteban y a la aprobación de Saulo a ella: “Si Esteban no hubiera orado, la iglesia no habría tenido a un Pablo”.

La oración para pedir denuedo y poder de su Espíritu fue la respuesta de la iglesia a este tiempo de persecución que apenas iniciaba, y fue lo que les mantuvo fortalecidos, firmes y gozosos en medio de la muerte.

La persecución más fuerte se desató con la muerte de Esteban, Saulo iba de casa en casa sin importar la lengua que hablaban o la nacionalidad, los metían a la cárcel, y fue entonces que todos fueron esparcidos. Esta expresión es importante para los judíos que habían vivido y conocían el exilio, (Babilonia) pues para ellos tenia un contexto de castigo por sus pecados y desobediencia a Dios, ahora en el Nuevo Testamento, la iglesia empezaba a vivir una dispersión, pero no lo vieron como castigo, si no como una “decisión divina para que se estableciera un punto de partida a fin de llevar el evangelio a territorios extranjeros”.

¿Qué hubiera pasado si la iglesia no hubiera padecido persecución? La respuesta es clara, se hubiera estancado y el mensaje de Cristo no hubiera llegado a otras naciones y mucho menos a nosotros. ¿Por qué? Tendríamos que retroceder a Hechos 1:8, donde Jesús les dice que serán testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra, la iglesia estaba creciendo, estaba sirviendo, pero no se movían de su lugar de confort, de su casa, de su tierra, de su gente, recibían a la gente que iba siendo salva por la predicación de los diáconos y Apóstoles, intercedían y buscaban ser llenos de su presencia cada día, pero estaba en su mismo lugar.

La persecución provocó dolor, miedo, angustia, y un gran avivamiento, pues cuando empezaron a esparcirse, hechos 8:4 nos muestra que iban por todas partes de Judea y Samaria predicando el evangelio, cumpliendo de esta manera las últimas palabras de su Maestro, obedeciendo la función centrífuga de la iglesia.

Hoy en día la persecución a la iglesia y a los cristianos en diferentes partes del mundo esta en constante crecimiento. 1 de cada 7 cristianos es perseguido en todo el mundo, 1 de cada 5 cristianos es perseguido en África, 2 de cada 5 cristianos es perseguido en Asia, 1 de cada 15 cristianos son perseguidos en América Latina, pero que decir de la prohibición a la que recientemente se tiene que enfrentar a causa de las nuevas ideologías de género con la llamada “terapia de conversión” y lo que se vaya acumulando en los últimos tiempos.

Es entonces necesario que la iglesia de hoy se levante e interceda por denuedo, fortaleza y poder del Espíritu Santo a favor de nuestros hermanos que viven o trabajan en países dónde ser cristiano y predicar de Cristo, significa la muerte, para que al igual que los discípulos y primeros cristianos que dieron su vida por causa de Cristo y fueron respaldados con su poder, a través de ellos también obre milagros, señales y prodigios. Oremos también para que cada cristiano en el lugar que se encuentre, pueda ser testigo fiel de Jesucristo lleno del poder del Espíritu Santo.

Bibliografia

GONZALEZ Justo L. Comentario al Evangelio de Lucas y los Hechos de los Apóstoles..Editorial CLIE. 2022

KISTEMAKER, Simon J. Comentario al Nuevo Testamento, Exposición de los Hechos de los Apóstoles. Baker Book House. 1996

KÜRZINGER, Josef. El nuevo testamento y su mensaje, Los Hechos de los Apóstoles. Editorial Herder. 1974

https://www.puertasabiertas.org/es-ES/persecucion/lmp/

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