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Larry Cederbloom: Gran precursor de la formación ministerial, ejemplar hombre de Dios

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Por Jorge Echazábal C.

 

 

Cuando centramos nuestro pensamiento en el significado y el valor de la transición generacional -ministerial, una de las primeras cosas que nos viene a la mente es la importancia de tener buenos modelos que sean mentores apropiados para las generaciones emergentes.

Es en este tipo de reflexión que cabe resaltar la vida, ministerio y ejemplo de nuestro, tan apreciado misionero Larry Cederbloom, cuya partida hacia la “casa del Padre” ocurrida recientemente nos llena la mente y el corazón de tan buenos recuerdos y nos inspira a profundas meditaciones.

Podríamos afirmar que Larry, perteneció a esa clase de “linaje ministerial” que es cada vez más escaso en nuestros días.  Pronto a derramar lágrimas muy visibles delante del Señor por los asuntos que le preocupaban o afligían, pronto a inclinar su rostro para orar por cada tarea o nuevo desafío que tuviera enfrente, por pequeño o grande que pareciera, pronto para promover una vivencia intensa con la persona del Espíritu Santo, motivando, en cada mensaje predicado, el llamado a permitir ser llenos, con la expectativa de ver el fluir del hablar en otras lenguas.  Su sensibilidad sobre asuntos familiares de sus allegados lo convertían en un pastor de acceso inmediato, con la habilidad de recordar nombres de hijos y esposas.  Bromista incansable, su saludo de “¿…cómo va la batata (vida o batalla), hermano?” se convertía en un puente para compartir asuntos íntimos de casa o de la vida espiritual.  Con estas y otras muchas cualidades caminó nuestro hermano Larry por una senda ministerial especialmente fructífera.

Fueron décadas de ministerio a favor de la formación ministerial repartidas entre su campo misionero local en República Dominicana y Panamá (Institutos Bíblicos) y ejerciendo influencia transcendente casi en cada país de habla hispana por medio del Centro de Recursos y Asesoría. Con la visión de contribuir al fortalecimiento de cada institución del Servicio de Educación Cristiana (SEC) formó equipos de trabajo y promovió en todo foro posible el magisterio cristiano con lo cual podríamos atrevernos a definir a Larry Cederbloom como uno de los principales promotores de la Educación Cristiana en Latinoamérica por más de cincuenta años.

No podríamos obrar en justicia al hacer la anterior definición de hombre de Dios sin destacar que su trabajo a favor de varias generaciones de ministros fue realizado sobre la base de un ministerio familiar basado en la evidencia de un sólido hogar cristiano conformado por su esposa Dorothy y por sus cuatro hijos, todos ellos en la actualidad consagrados al ministerio.  Oramos al Señor que ejemplos de vida y ministerio semejantes, que transcienden a las generaciones se puedan mantener como modelos para los que el Señor de la Mies está llamando a unirse a sus filas de servidores.

Le vimos siempre con una libreta en su bolsillo anotando especialmente cada detalle financiero de gastos, para rendir cuentas adecuadamente como buen administrador de los recursos de Dios.  También anotaba todo dato importante y compromiso para hacer uso de una mayordomía adecuada del tiempo. No recordamos cuantas materias del Instituto Bíblico brindó, pero Hogar Cristiano y Administración eran temas que el vivía siendo ejemplo de lo que enseñaba.  También le vimos sufrir hasta las lágrimas cuando por causa del dominio del idioma no podía comunicar un concepto en una clase de contenido complejo como Sicología Pastoral o alguna Teología.

Podemos destacar el impulso que dio al desarrollo de la formación ministerial a través de su apoyo en la formación de los Institutos Bíblicos.  El liderazgo nacional en la República de Panamá asignó el nombre a la sede del Instituto Bíblico llamándose en la actualidad el Instituto Superior Bíblico Larry Cederblom de las Asambleas de Dios ubicado en la ciudad capital.  Todo este edificio, que alberga a la Sede, también permitió la ubicación allí de las oficinas centrales del Concilio de las Asambleas de Dios de Panamá y el principal colegio cristiano El Buen Pastor.  Esta magna obra fue la visión del Hno. Larry por la cual dedicó grandes esfuerzos y la movilización de recursos para que se hiciera una realidad.

El Hno. Larry era un administrador exigente, casi perfeccionista en lo que se refería a la administración del Instituto y de los anexos a la Educación Cristiana que el promovió, era exigente en ver que se cumplieran horarios, objetivos, buen mantenimiento, era exigente en ver la respuesta de sus estudiantes y de los creyentes a la hora de predicar.  Esperaba reacción, respuesta inmediata.  Hasta tenía un dicho jocoso que no mencionaremos, para esperar que los hermanos entendieran las instrucciones, el llamado al altar y el rendimiento académico.  Creemos que muchos ministros actuales que estuvieron bajo su influencia deberán reconocer la motivación de Larry para dar forma al carácter, a la disciplina de los que algún día serían llamados “buen siervo fiel”.  Hoy estoy seguro que en su momento, en la presencia de Dios, se oirá el llamado a nuestro querido Hno. Larry Cederblom de parte del Señor de la Mies, para decirle: “Larry… bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Mt. 25:21

Larry y Dorothy Cederbloom con el equipo de Centro de Recursos y Asesoría

Los últimos años de servicio al Señor en que tuvimos el privilegio de acompañarle, pudimos ver su salud física desmejorada, desgaste propio de tantos años de entrega en Latinoamérica.  Pero no era así con su espíritu y su pasión por ver los avances que la Educación Cristiana han estado teniendo, la unidad de ministerios e instituciones y el fervor con que se lleva adelante el trabajo de la formación de ministros.  Los equipos de trabajo que acompañamos la continuación de tan honroso ministerio, le vimos feliz y satisfecho colaborando hasta en los mínimos detalles de logística de Cumbres Educativas, Conferencias, Talleres, reuniones estratégicas.  Aún cuando ya no tenía injerencia directa en las instituciones y ministerios del SEC, por años, su inspiradora y alegre presencia junto con Dorothy, animándonos y aconsejándonos, no faltó.  No faltó su oración y sus lágrimas, no faltó testimonio y su respaldo.

Procesos, es un término muy usado en la actualidad.  Desde hace décadas el Hno. Larry promovió lo que es algo inherente para todo docente y para todo el sistema educativo:  la actualización.  Se les llamaba TAR, grupo de talleres que proponían llenar ciertos vacíos en la formación de los docentes en todos los niveles.  Eran básicamente conferencias que brindaban temas que, por un lado, traían a memoria materias aprendidas mucho tiempo atrás, o que para muchos les servían de inspiración o motivación por ser brindados por maestros de experiencia llenando de esta manera la necesidad constante en el proceso de actualización.  Se brindaron los TAR en diferentes países de Latinoamérica.  Al consolidarse el trabajo del Centro de Recursos y Asesoría con el apoyo del equipo institucional del SEC este proceso entró en una nueva faceta.  Los TAR se convirtieron en PROCEPA, el cual respondía a la información obtenida de encuestas llenadas durante las Cumbres Educativas.  Se brindaban temas relevantes de necesidad en la región y a la vez se ponía al día a los docentes en asuntos de actualidad como los procesos de certificación y actualización de docentes propuestos por el SEC.  El interés aumentó, al igual que la participación de los países, los cuales recibían los contenidos en sus propias localidades o por medio de las Cumbres Educativas.  El sueño de mantener “actualizados y renovados” del Hno. Larry alcanzó dimensiones que hoy da fruto abundante a favor de la obra educativa regional.

Finalmente mencionaremos un comentario que recibimos del Rev. Cederblom hace años el cual nos parece digno de recordar:  era el pensamiento del Hno. Larry que una gran parte de lo que llamamos “erudición” se refería a la preparación académica de un individuo, el dominio de la “cátedra” en diversas materias, pero también significaba en gran manera a la destreza en la referencia bibliográfica, o sea, cuál libro o autor toca el tema que nos interesa y saber orientar eficazmente al interesado.  Claro, en ese entonces no teníamos los poderosos programas de búsqueda temática que la tecnología moderna nos ofrece.  La visión del Hno. Larry era que el Centro de “recursos” (CRA) pudiera movilizar hasta donde fuera posible la bibliografía de consulta que los docentes necesitaran a manera de biblioteca a la vez que contribuir a que las bibliotecas de los institutos bíblicos pudieran proveerse constantemente de los recursos de Biblia, Teología, Ministerio y temas variados para enriquecer la formación de sus estudiantes.  El ministerio internacional ABALC del SEC ha provisto por años la oportunidad para que las bibliotecas de nuestra región fueran actualizadas.  Gracias damos al Rev. Larry por su visión para contribuir dando apoyo a estas ramas ministeriales que han enriquecido a los países de Latinoamérica.

Ante su partida creemos justo reconocer a un misionero – educador, que supo ser obediente al Señor de la Míes como eslabón en la coyuntura de la historia de las Asambleas de Dios en Latinoamérica, y en especial su aporte internacional trascendente a favor de generaciones de ministros.  Creo que sus palabras plasmadas en un anuario de 1998 quedan como eco de permanente inspiración a las generaciones:  “Con gratitud al Señor, pienso en los llamados que sirven tan fielmente en los Institutos Bíblicos… hacen el gran esfuerzo para mejorar la preparación de los siervos.  Sirven fielmente sin recompensa financiera.  En estos días de materialismo ellos han visto la manifestación del Señor en el ejemplo glorioso de éstos que dan de sus talentos porque Cristo les ha llamado.” Concluyó de esta manera su alocución a los graduandos: “Las palabras de David a su hijo Salomón son las palabras mías a cada uno de ustedes:  –Sírvele (a Dios) con corazón perfecto y con ánimo voluntario… 1 Crónicas 28:9”

Los líderes de la obra nacional en Panamá reconocen agradecidos sus grandes esfuerzos que se ven vigentes y activos en las diferentes extensiones de los institutos bíblicos diseminados por todo el territorio, una herencia que siempre reconoceremos con respeto y admiración.  Hasta luego, Don Larry, buen siervo y fiel.

 

 

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